Con información de EFE.
En un discurso televisado a todo el país este miércoles, el presidente Donald Trump presentó un balance optimista de su primer año de regreso a la Casa Blanca, calificándolo como un periodo de cambios históricos.
El mandatario centró su mensaje en la recuperación económica y el fortalecimiento de las fronteras, aunque sus afirmaciones contrastan con los datos actuales de aprobación ciudadana.
El presidente aseguró que, bajo su administración, “los salarios están subiendo más rápido que la inflación”, destacando además un ambicioso plan energético.
Trump anunció que en los próximos 12 meses se inaugurarán 1,600 nuevas plantas de generación eléctrica, con el fin de reducir drásticamente las facturas de luz, las cuales han sufrido incrementos debido a la demanda energética de la inteligencia artificial.
Asimismo, el mandatario prometió una reforma sanitaria definitiva para reemplazar el “Obamacare” y anunció la creación del “Dividendo del Guerrero”, un bono especial de 1,776 dólares que se otorgará a 1,450,000 miembros de las Fuerzas Armadas como reconocimiento a su servicio.
Contraste con la percepción pública
A pesar del tono superlativo del discurso, el presidente enfrenta sus niveles de popularidad más bajos desde enero. Según encuestas recientes de Gallup y la Universidad Marista, su aprobación oscila entre el 36% y 38%.
Analistas señalan que el descontento se concentra en el alto costo de la vida. Aunque los salarios han crecido cerca de un 4%, la inflación percibida en sectores clave —impulsada en parte por los aranceles implementados en abril— sigue presionando el bolsillo de los estadounidenses, especialmente en las zonas rurales que fueron clave para su elección en 2024.
Seguridad y Política Exterior
En materia de seguridad, Trump reiteró el éxito de sus políticas de deportación masiva y el cierre de la frontera.
Aunque en los días previos hizo fuertes declaraciones sobre el bloqueo de petroleros y posibles operaciones contra el narcotráfico en territorio venezolano, el mandatario optó por omitir cualquier mención directa a Venezuela durante este mensaje a la nación, enfocándose estrictamente en la agenda doméstica y económica.

