Con información de Infobae

A menos de una semana de la toma de posesión, el presidente electo Donald Trump, desea anunciar el cese del fuego en Gaza y la libertad de los rehenes judíos

Trump quiere transformar el 20 de enero en un acontecimiento inolvidable para la historia moderna de la humanidad, adonde la tregua entre Israel y Hamas sería la primera movida exitosa de su último mandato en la Casa Blanca.

Ronald Reagan es el antecedente presidencial que intentará reproducir Trump cuando llegue al Salón Oval: primero la libertad de los secuestrados en Gaza, luego una hoja de ruta que pretende rediseñar el tablero internacional, como ejecutó su antecesor republicano con la implosión de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría.

Trump hizo todos los gestos políticos posibles para allanar la negociación que lidera Qatar, ante los representantes del Estado de Israel y la organización terrorista Hamas. El presidente tiene línea directa con Benjamín Netanyahu -premier israelí- y utiliza la mediación de Tamim bin Hamad Al Thani -emir de Qatar- para transmitir sus opiniones al grupo terrorista Hamas. Joe Biden, a poco de concluir su administración, se alineó con la estrategia de su sucesor en la Casa Blanca.

La tregua tendría una duración de sesenta días, dividida en tres fases. Israel y Hamas acuerdan con estos dos conceptos básicos, pero las diferencias aún permanecen respecto a los rehenes cautivos y a la presencia del ejército israelí en emplazamientos claves de Gaza.

Durante los encuentros en Doha, convergieron representantes de Trump, Biden, Netanyahu y los terroristas de Hamas, continuaban las negociaciones y el final estaba abierto.