Con información de EFE.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este miércoles una serie de órdenes ejecutivas con las que impone aranceles del 50 % al cobre —salvo cátodos de países como Chile—, eleva los impuestos a las importaciones desde Brasil, y elimina desde el 29 de agosto la exención para envíos de bajo costo.
La decisión de suspender la excepción de los aranceles a los envíos comerciales de bajo costo impondrá gravámenes a las importaciones hacia EE.UU. de bienes por valores inferiores a 800 dólares.
Todos los productos que lleguen a EE.UU. a través del sistema postal internacional quedarán sujetos, a partir de finales de agosto, a una tarifa arancelaria calculada según el costo de cada paquete y el país del que proviene, explicó el Gobierno de EE.UU.
La Administración Trump justificó esta decisión asegurando que los envíos de bajo costo exentos de impuestos en EE.UU. están sujetos a «menos controles» que las importaciones tradicionales y que la excepción, en pie desde los años 30, es un «vacío legal».
Estos envíos, argumentó la Casa Blanca, «pueden representar riesgos para la salud y la seguridad nacional y económica».
Es de recordar, que Trump eliminó la excepción de aranceles a los envíos pequeños procedentes de China, afectando en especial a gigantes de las ventas en línea como Shein y Temu.
Mientras que en esta misma jornada, el presidente estadounidense firmó una orden ejecutiva para elevar el arancel que se impondrá a partir del 1 de agosto a las importaciones brasileñas, en represalia por las acciones de las autoridades contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado político suyo.
Trump «firmó una Orden Ejecutiva que implementa un arancel adicional del 40 % sobre Brasil, elevando el arancel total al 50 %, para abordar las políticas, prácticas y acciones recientes del Gobierno de Brasil que constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos», según un comunicado publicado por la Casa Blanca.
«La Orden concluye que la persecución, la intimidación, el acoso, la censura y el enjuiciamiento por motivos políticos del Gobierno de Brasil contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y miles de sus partidarios constituyen graves abusos contra los derechos humanos que han socavado el Estado de derecho en Brasil».