Con información de Infobae.

Un lince rojo logró matar y devorar una pitón de cuatro metros en el sur de Florida, marcando la primera evidencia concreta de este tipo de enfrentamiento.

Aunque antes se había documentado que los linces rojos consumían huevos de pitón, la escena captada recientemente pone de manifiesto una dinámica nueva y significativa en el ecosistema de la región: los depredadores nativos comienzan a hacer frente a una de las especies invasoras más dañinas del estado.

El hallazgo fue realizado por investigadores de Conservancy of Southwest Florida y publicado por el South Florida Sun Sentinel.

El incidente protagonizado por el lince rojo representa una victoria simbólica para la fauna local, que desde hace décadas sufre las consecuencias de la invasión de pitones birmanas. Estas serpientes, introducidas en las décadas de 1970 y 1980, establecieron una población fuera de control luego de ser liberadas por dueños de mascotas exóticas incapaces de hacerse cargo de ellas.

Las pitones birmanas, originarias del sudeste asiático, se han adaptado perfectamente a los humedales de Florida, donde se multiplican con rapidez y ejercen una presión intensa sobre la fauna nativa.

Desde su proliferación, los biólogos han documentado caídas drásticas en las poblaciones de mamíferos locales. En algunas áreas con alta densidad de pitones, los avistamientos de especies como mapaches, conejos y zarigüeyas han disminuido entre un 80% y un 99%.