Con información de Diario Las Américas
En Georgia, después de que el conteo se realice de forma electrónica, también se hará a mano para garantizar la autenticidad y seguridad de los resultados, después de la lluvia de acusaciones en 2020 sobre las máquinas de votación.
En Carolina del Norte, algunos estudiantes y personal universitario podrán usar sus identificaciones digitales para votar. En Wisconsin, los buzones electorales vuelven a permitirse, aunque no todas las jurisdicciones electorales los utilizarán.
En todo el país, incluyendo algunos estados clave en esta contienda presidencial, las leyes estatales nuevas o recién modificadas buscan mayor supervisión y transparencia en la forma en que los estadounidenses votarán, contarán las boletas y administrarán y certificarán la elección del 5 de noviembre, después de las sonadas y escandalosas irregularidades del 2020.
Puede ser un desafío conocer todos estos cambios de última hora, especialmente porque los procesos electorales estatales de por sí varían. Se avecinan aún más cambios en algunos estados, a sólo semanas de las elecciones. Varios estados ya han comenzado a enviar boletas por correo, y en otros, los votantes han comenzado a emitir boletas en persona.
“Los cambios de última hora en las reglas electorales —ya sea de una legislatura estatal, una autoridad electoral o un tribunal— pueden generar alguna confusión para los votantes y los funcionarios electorales”, dijo Megan Bellamy, vicepresidenta de leyes y políticas del Laboratorio de Derechos Electorales. “La temporada electoral está en marcha. Los legisladores, los órganos administrativos y los tribunales deben reconocerlo”.
El caos, el descontrol y la desinformación sobre las boletas que se envían por correo postal y los buzones electorales han provocado severos cuestionamientos políticos —y nuevas reglas—, en varios estados sobre cómo se deben usar y supervisar estos métodos de votación.