Con información de EFE y CNN

La prensa del mundo se volcó a la trágica noticia del asesinato del candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio, a manos presuntamente de sicarios, todo esto en plena campaña para los comicios donde se pretende elegir al sucesor del actual mandatario, el conservador Guillermo Lasso.

Este atentado dejó al menos nueve heridos, seis personas han sido detenidas por su presunta relación y además, murió un sospechoso del crimen. Villavicencio, de 59 años, un periodista y exasambleísta que con sus investigaciones sobre corrupción se había convertido en uno de los enemigos más acérrimos del expresidente Rafael Correa, recibió una ráfaga de disparos al terminar un mitin de su campaña electoral en un colegio de Quito.

El candidato, que se definía públicamente como de centro pese a haberse situado en sus inicios en la izquierda moderada, fue trasladado a un centro médico cercano donde se certificó su muerte, confirmada luego públicamente por sus familiares y por personas cercanas a su candidatura.

Villavicencio, como otros candidatos, planteaba una lucha frontal contra las mafias del crimen organizado, en medio de una campaña electoral marcada por la peor crisis de seguridad de la historia de Ecuador, que el año pasado cerró el 2022 con una tasa de 25,32 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta desde que se tienen registros.

El político, natural de la población andina de Alausí, en la provincia de Chimborazo, ya había denunciado en semanas anteriores amenazas de muerte en su contra, en el marco de una preocupación generalizada por la seguridad de los candidatos tras otros atentados acontecidos. Recientemente fue asesinado de manera similar el alcalde de Manta, Agustín Intriago, uno de los más populares del país, y ocurrió lo mismo con un candidato a asambleísta por la norteña provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.

Villavicencio contaba con resguardo policial, conforme el Gobierno le había facilitado también al resto de candidatos, si bien la hermana de la víctima, Alexandra Villavicencio, responsabilizó al Ejecutivo del asesinato de su hermano por no brindar a su criterio la suficiente protección.

El aún presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, informó a través de televisión nacional que decretó tres días de luto nacional tras el asesinato de Villavicencio. En la alocución, el presidente Lasso se refirió a las personas que perpetraron el atentado: “Quiero decirles a quienes buscan amedrentar al Estado que no vamos a retroceder. El Estado está firme y la democracia no claudica ante la brutalidad de este asesinato”.

Además de decretar los tres días de luto, el presidente de Ecuador firmó otro decreto de estado de excepción por 60 días para garantizar la seguridad publica en el marco de las elecciones presidenciales que están pautadas para celebrarse el 20 de agosto.