Un día después de que el Gobierno chileno anunciara el «estado de excepción» en varias localidades fronterizas del norte y la puesta en marcha de la nueva ley de migraciones, la confusión y el descontento aumentó entre los extranjeros que llegaron a los pasos fronterizos con Bolivia.
En Colchane, provincia de Tamarugal, decenas de migrantes se agolparon sin certezas a la espera de ingresar al país o ser reconducidos hacia Bolivia, según pudo comprobar Efe. En la víspera, el Gobierno anunció la entrada en vigor del reglamento de la nueva ley de migraciones, promovida por el presidente conservador, Sebastián Piñera, para endurecer las fronteras.
Además, decretó «estado de excepción», un régimen que permite el despliegue de las Fuerzas Armadas, en cuatro provincias: Tamarugal, El Loa, Arica y Parinacota, en la frontera de Chile con Bolivia y Perú, al norte.
Estas medidas se tomaron de acuerdo a lo que indica EFE, tras dos jornadas de paros y huelgas de camioneros que exigían más seguridad en las carreteras y el freno de la migración por pasos clandestinos tras la muerte el jueves de un transportista durante una supuesta confrontación con un grupo de extranjeros.
Pese a que la nueva ley de migraciones entró en vigor en 2021, faltaba la aprobación del reglamento, que fue publicado el sábado en el diario oficial y permitirá agilizar las expulsiones e incluso hacer «devoluciones en caliente», sin un procedimiento judicial.
Decenas de migrantes dijeron a Efe que las autoridades policiales los orientaron este domingo a realizar un proceso de autodenuncia, donde, en caso de resultar con antecedentes, serían devueltos al país vecino. Sin embargo, por la mañana, el complejo fronterizo de Colchane cerró sus puertas desencadenando una manifestación de parte de familias y viajeros que pasaron la noche a la intemperie pese a contar con un test PCR.