En su lucha por contrarrestar el coronavirus, el presidente de Estados Unidos Joe Biden anunció hace ya varios días que estaban disponibles unas 500 millones de pruebas gratuitas pero de acuerdo a nota de AP, casi la mitad de estas pruebas no han sido reclamadas.

Los cambios bruscos en la demanda han sido una trama secundaria en la pandemia, desde vacunas hasta desinfectante para manos, junto con pruebas. El primer día del sorteo de pruebas de la Casa Blanca en enero, COVIDtests.gov recibió más de 45 millones de pedidos. Ahora los funcionarios dicen que llegan menos de 100,000 pedidos por día para los paquetes de cuatro pruebas rápidas gratuitas por hogar, entregados por el Servicio Postal de EEUU.

Aun así, la Casa Blanca ve el programa como un paso hacia una infraestructura de prueba más profunda, pero más elástica, que se adaptará a los aumentos repentinos de la demanda y permanecerá en espera cuando los casos disminuyan. “Tenemos la intención total de mantener este mercado”, dijo a The Associated Press el Dr. Tom Inglesby, asesor de pruebas del equipo de respuesta de COVID-19.

«Sabemos que el mercado es volátil y que subirá y bajará con aumentos repentinos en las variantes».