Con información de EFE 

Más de 420.000 alumnos del Distrito Escolar de Los Ángeles, el segundo más numeroso de Estados Unidos, se quedaron el martes en sus casas durante la primera jornada de una huelga de tres días convocada por personal de centros educativos públicos, quienes piden mejores salarios y condiciones de trabajo.

Conductores de autobús, conserjes, asistentes de estudiantes con necesidades especiales y trabajadores de cafetería de 1.000 colegios del área metropolitana angelina exigen un aumento salarial del 30 % y un extra de 2 dólares más por hora para los empleados peor pagados. Agrupados en la sección Local 99 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, los 30.000 trabajadores en huelga consideran necesaria una subida para hacer frente al incremento del coste de vida experimentado en la ciudad durante los últimos años.

Por su parte, el superintendente del Distrito Escolar, Alberto Carvalho, emitió un comunicado en el que señaló que buscarán retomar el diálogo, pero hizo hincapié en que la propuesta de la semana pasada ya era una “oferta histórica” que reconocía “los grandes sacrificios de este grupo de empleados”.

Las escuelas del distrito escolar en huelga sirven 300.000 desayunos y 285.000 almuerzos a estudiantes latinos y afroamericanos de las comunidades menos favorecidas, quienes recibirán los alimentos en 24 puntos de la ciudad organizados por el Ayuntamiento para atender sus necesidades mientras dure el corte de las clases.

El gremio Profesores Unidos de Los Ángeles que reúne a 35.000 maestros, mostró su solidaridad y también se sumó a este paro, mientras negocian un aumento salarial del 20 % en dos años, comenzando con un 10 % para el curso vigente.