Los lugares donde se suministraban anticuerpos monoclonales en Florida fueron cerraron hasta nuevo aviso, después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) revocara el pasado lunes las autorizaciones de emergencia para dos de esos medicamentos contra el COVID-19, anunció el Departamento de Salud del estado.
Según la FDA, los fármacos Regeneron y Eli Lilly ya no deberían usarse para afrontar los síntomas del coronavirus porque es “poco probable” que funcionen contra ómicron, la variante del COVID dominante en Estados Unidos.
En un comunicado de prensa, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha sido un fuerte promotor del uso de los tratamientos monoclonales, calificó el cambio como “repentino e imprudente”, reseñó Diario Las Américas
“Este edicto indefendible saca el tratamiento de las manos de los profesionales médicos y les costará la vida a algunos estadounidenses”, dijo DeSantis y añadió que “hay implicaciones en el mundo real para el autoritarismo médico de Biden: el acceso de los estadounidenses a los tratamientos ahora está sujeto a los caprichos de un presidente fallido”.