Con información de EFE 

La comunidad internacional en pleno ha coincidido en la ONU, durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad solicitada por Israel, en un llamamiento a evitar la escalada en Oriente Medio, a la que se sumó incluso Irán. Sin embargo, el embajador de Israel, Gilad Erdan, respondió que nadie tenía derecho a pedir a su país “quedarse de brazos cruzados” tras el ataque con drones y misiles lanzado en la noche del sábado por Irán contra Israel y los territorios que ocupa en Palestina y Siria, y agregó: “Somos una nación de leones”.

Había mucha expectativa por el tono que utilizarían Irán e Israel ante el Consejo de Seguridad, el único lugar del mundo donde los representantes de estos dos países sin relaciones diplomáticas se sientan a solo metros de distancia.

Tanto Erdan como el representante iraní, Saeed Iravani, se acusaron de ser el principal actor de desestabilización regional. Para el israelí, Irán ha llenado la región de ‘proxys’ (agentes delegados) que buscan su destrucción incansablemente desde Yemen, Líbano o Siria a través de milicias aliadas.

Mientras que Iravani, recordó las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad ignoradas por Israel en el conflicto palestino o las atribuciones que ese país se da de intervenir extraterritorialmente, como cuando el 1 de abril atacó el Consulado iraní en Damasco, matando a 13 personas (siete de ellos iraníes) sin que la comunidad internacional reaccionara.