La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, declaró el martes que el objetivo de los jueces que dictaron el fallo en el juicio en su contra por presunta asociación ilícita tenían «el objetivo» de condenarla, tal como ocurrió, de acuerdo a lo que reseña Globovisión. La exmandataria, de profesión abogada, analizó el manejo de la causa y expuso una serie de arbitrariedades mediante las cuales, consideró fue sentenciada.
«Esto no es ni guerra jurídica ni partido judicial. Esto es un Estado paralelo y mafia judicial. Y la confirmación de un sistema paraestatal donde se decide sobre la vida, el patrimonio y la libertad del conjunto de los argentinos y que está por afuera de los resultados electorales», puntualizó.
Asimismo, añadió la siguiente declaración: «Lo vimos este fin de semana cuando se filtró la noticia de un viaje secreto de jueces y fiscales de renombre a Lago Escondido (propiedad del magnate británico Joe Lewis en la Patagonia) financiado supuestamente por un multimedio», esto refiriéndose al diario El Clarín. Días atrás, el hackeo al teléfono de un funcionario argentino develó la indebida connivencia entre jueces, políticos y empresarios mediáticos, lo que, por su trascendencia institucional, representa uno de los escándalos más graves en la historia del país sudamericano.
«Hay otro aspecto que es fundamental en el ‘lawfare’, que es el periodismo. Para hacer estas condenas, sí o sí, se necesita de la complicidad de los medios», afirmó la exmandataria mientras exponía un chat entre jueces, fiscales y empresarios de medios, en donde coordinaban acciones judiciales con las noticias que debían salir en los diarios Clarín y La Nación.
El Tribunal Oral Federal número 2 conformado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, condenó a la vicepresidenta a 6 años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.
Cristina Fernández de Kirchner atribuye su condena a la "mafia judicial paraestatal" https://t.co/CupqDMuUWJ pic.twitter.com/OerenJWnR3
— EL MUNDO (@elmundoes) December 7, 2022