Lucas es un estadounidense de origen ucraniano enamorado de la bicicleta, pero una vez los rusos intenten asediar la capital del país se alistará para defender la patria de su madre. «La bicicleta es todo para mí. Une al mundo, no consume energía ni contamina y es el mejor medio de locomoción para viajar», aseguró a EFE en la plaza de la Independencia de Kiev.

Pese a las bajas temperaturas, Lucas, oriundo de Florida, se quita su ropa de abrigo y posa orgullosamente con un maillot con los colores de la bandera ucraniana. “Es un homenaje a mis antepasados”, asegura, en alusión a su madre, de apellido Barbash.

El espigado ciclista admite que en uno de sus viajes sobre dos ruedas se encontró de repente en una zona de fuego cruzado entre tropas ucranianas y rusas al norte de Kiev. Junto a un grupo de amigos, Lucas distribuyó esta semana ayuda humanitaria entre los civiles y militares ucranianos, lo que incluye ropa y “cientos de torniquetes”.

“Tengo una motivación extra, ya que mi abuelo es de Ternopol. He estado ya varias veces en Ucrania, pero esta vez no es lo mismo, ya que lo que está ocurriendo es horrible”, apuntó ya que se siente ucraniano y, de hecho, presentó recientemente una película sobre sus aventuras por el país bañado por el mar Negro.

“Ucrania es la última defensa del mundo libre. Los ucranianos quieren ser libres y no quieren volver al pasado”, subraya. Recuerda además que por ser “un niño de los 80”, sabe muy bien lo que fue la caída del Muro de Berlín.

“Quiero que Ucrania siga siendo libre. Prefiero distribuir ayuda humanitaria, pero si los rusos vienen a Kiev, entonces combatiré contra el enemigo”, además acotó: “Soy de Miami. Estoy acostumbrado”.