Estallaron disturbios en varias ciudades belgas y holandesas luego de la sorpresiva victoria de Marruecos 2-0 sobre Bélgica en la Copa del Mundo el domingo. La policía detuvo a una docena de personas después de desplegar cañones de agua y lanzar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud en Bruselas y ocho más en la ciudad norteña de Amberes, reseña AP. 

Dos policías resultaron heridos en la ciudad portuaria holandesa de Róterdam. A última hora de la tarde del domingo, una calma inquietante había regresado a la mayoría de las ciudades involucradas. Docenas de alborotadores volcaron e incendiaron autos, incendiaron scooters eléctricos y arrojaron ladrillos a los autos. La policía intervino después de que una persona sufriera heridas en la cara, así lo dijo la portavoz de la policía de Bruselas, Ilse Van de Keere.

El alcalde de Bruselas, Philippe Close, instó a la gente a mantenerse alejada del centro de la ciudad y aseguró que las autoridades estaban haciendo todo lo posible para mantener el orden en las calles. Incluso el tráfico de metro y tranvía tuvo que ser interrumpido por órdenes de la policía.

Consideró así que, “esos no son fanáticos, son alborotadores. Los fanáticos marroquíes están allí para celebrar”. La victoria de Marruecos fue una gran sorpresa en la Copa del Mundo y fue celebrada con entusiasmo por los aficionados con raíces de inmigrantes marroquíes en muchas ciudades belgas y holandesas.