Con información de Infobae.

Una enfermera de Miami-Dade, identificada como Gina Emmanuel, fue condenada a cadena perpetua más 30 años de prisión por el abuso prolongado y mortal hacia sus hijas adoptivas, un caso que conmocionó a la comunidad y revelado un patrón escalofriante de maltrato.

La sentencia se dictó luego de que un jurado la declarara culpable de asesinato en primer grado y abuso infantil agravado, relacionados con la muerte en 2018 de Samayah, su hija adoptiva de siete años, y el abuso infligido a otras dos niñas.

NBC News reportó que los hechos comenzaron en 2017, cuando Emmanuel adoptó a las tres hermanas, que entonces tenían 12, 7 y 6 años. En poco tiempo, las jóvenes fueron sometidas a una serie de maltratos físicos y psicológicos extremos.

Entre los abusos descritos en el tribunal se incluyeron quemaduras en las manos de las niñas con una estufa, golpizas, ser atadas a muebles, negación de alimentos, y en casos más extremos, ser obligadas a consumir desechos humanos. Según CBS News, esto también incluyó restringir el acceso al refrigerador, otorgar alimentos de forma limitada y obligar a las niñas a permanecer de pie por horas como castigo.

La situación empeoró en 2018, cuando Samayah desarrolló una enfermedad severa que Emmanuel no trató. De acuerdo con los registros judiciales y los testimonios presentados, la niña murió en condiciones de neumonía y sepsis atribuidas a negación de cuidados médicos.

Según el relato de la doctora Emma Lew, exmédica forense, la menor presentaba lesiones que se extendían “desde su rostro, cuello, pecho, abdomen, espalda, brazos y piernas”.

Las autoridades lanzaron una investigación tras la muerte, descubriendo lesiones sospechosas en las hermanas sobrevivientes que apuntaban a un patrón de abuso continuo.