El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue capturado la tarde del martes 15 de febrero en su casa en Tegucigalpa y trasladado supuestamente a rendir su primera declaración ante un juez natural que ordenó su detención, luego de que Estados Unidos lo solicitara el lunes, con fines de extradición, por narcotráfico entre otros delitos.
Hernández fue capturado bajo un riguroso dispositivo de seguridad que desde la noche del lunes rodeó su residencia en una zona exclusiva de la capital hondureña.
La operación de captura la encabezó el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón. El exgobernante fue esposado de manos y pies frente al portón de entrada de su residencia.