Los ataques a la independencia judicial, la libertad de prensa y la sociedad civil conforman un inquietante panorama que evidencia «el más grave retroceso en décadas» en materia de derechos humanos en América Latina, señala la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) en su Informe Mundial 2022, publicado el jueves y reseñado por EFE.

Este agravamiento se da durante la pandemia de la covid-19, que ha supuesto para la región un desafío en todos los órdenes, pero también ha significado para ciertos Gobiernos la oportunidad de implementar medidas arbitrarias, señala la organización pro derechos humanos en un apartado de su reporte anual titulado «América Latina: Alarmante retroceso de libertades básicas».

«La pandemia de la covid-19 ha sido una excusa maravillosa para que líderes autoritarios adopten medidas restrictivas que igual querían adoptar», declaró la directora interina de HRW para las Américas, Tamara Taraciuk, en entrevista telefónica con EFE,

REPRESIÓN A MANIFESTANTES

Sobre Cuba, HRW expresa su preocupación por los «abusos sistemáticos contra críticos y artistas, incluyendo detenciones arbitrarias, maltrato de detenidos y procesos penales abusivos» tras las multitudinarias manifestaciones del pasado 11 de julio.

«La respuesta del régimen cubano ha sido una represión brutal. Hemos documentado casos sistemáticos de detención arbitraria, más de mil personas fueron detenidas durante las protestas de julio. Hemos documentado denuncias de maltrato en contra de los detenidos y además procesos penales sin ningún tipo de garantías de debido proceso», aseveró Taraciuk.

 

SIN GARANTÍAS ELECTORALES

En el caso de Nicaragua, HRW denuncia que las elecciones presidenciales celebradas el pasado 7 de noviembre «se llevaron a cabo sin las más mínimas garantías democráticas», después de que las autoridades detuvieran previamente a siete candidatos rivales del presidente y entonces aspirante a la reelección, Daniel Ortega, manteniendo a muchos de ellos «incomunicados en condiciones abusivas durante semanas o meses».

A propósito de la situación en el país centroamericano, Taraciuk aseveró que «en Nicaragua hay una dictadura descarada», como quedó de manifiesto el año pasado con «la barbaridad que ocurrió previamente a las elecciones presidenciales, que fueron una farsa absoluta».

Esta misma falta de garantías se replicó dos semanas después en Venezuela, donde el 21 de noviembre se llevaron a cabo unos comicios regionales en los que se impusieron los candidatos chavistas en un proceso electoral caracterizado por irregularidades que fueron denunciadas por el equipo de observadores de la Unión Europea.

La misión de la UE concluyó que algunos opositores políticos fueron inhabilitados de forma arbitraria para postularse a cargos públicos, hubo un acceso desigual a los medios de comunicación, así como falta de independencia judicial y respeto al Estado de derecho, lo cual afectó a la transparencia e imparcialidad de las elecciones.

CONTRA EL ORDEN ESTATAL Y LOS MEDIOS

A su vez, HRW observa que los Gobiernos de El Salvador y México están llevando a cabo arremetidas antidemocráticas constantes contra los demás poderes del Estado y contra los medios de comunicación.

En El Salvador, la Administración de Nayib Bukele reemplazó a los jueces de la Corte Suprema. Los nuevos miembros del máximo órgano judicial decidieron que el mandatario podía postularse a una reelección consecutiva, a pesar de que la Constitución lo prohíbe.

Asimismo, el Gobierno propuso una ley de «agentes extranjeros» que puede limitar severamente la labor de periodistas independientes y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciben fondos desde el exterior.

«Estamos preocupados por las dictaduras puras y duras como Nicaragua, Cuba y Venezuela, pero también por estos intentos de líderes que son elegidos democráticamente y, una vez en el poder, lo que hacen es debilitar el Estado de Derecho», dijo Taraciuk a Efe.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó en noviembre pasado un acuerdo que le da prioridad a obras que el Gobierno ha establecido como puntales en su Administración.

 

Esta medida, según el informe de HRW, hará que se expidan permisos para esas obras «automáticamente, sin cumplir con los estudios requeridos», quedando así «exentas de las reglas de transparencia» y haciendo más difícil la labor fiscalizadora de la prensa.

TOZUDEZ ANTISISTEMA

El informe de HRW también hace mención al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de quien dice que «ha amenazado al Gobierno democrático en Brasil al intentar socavar la confianza en el sistema electoral, la libertad de expresión y la independencia judicial».

El gobernante brasileño ha tratado de minar la credibilidad del sistema electoral, al señalar que la votación electrónica se presta para «fraudes», sin aportar prueba alguna de ello.

Pero el principal señalamiento crítico hacia Bolsonaro tiene que ver con su errático manejo de la crisis de la pandemia, porque, a juicio de HRW, Bolsonaro «siguió ignorando» las recomendaciones sanitarias contra la pandemia de coronavirus y «promoviendo medicamentos ineficaces» contra la covid-19.