Con información de EFE 

Israel tomará “medidas inmediatas” para aumentar la cantidad de ayuda humanitaria que permite entrar en la Franja de Gaza, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, instara a mejorar la situación humanitaria en el enclave durante conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

“Este aumento de la asistencia evitará una crisis humanitaria y es esencial para garantizar la continuación de los combates y lograr los objetivos de la guerra”, indicó comunicado de la Oficina del Primer Ministro sobre las decisiones adoptadas por el gabinete de guerra en su reunión nocturna. 

De esta forma, Israel permitirá la provisión temporal de ayuda a través del puerto de Ashdod, en el sur de Israel, así como por el cruce de Erez, que accede directamente al norte de la Franja, además de aumentar el flujo de ayuda procedentes de Jordania que entra por el cruce de Kerem Shalom, en el sur.

El cruce de Erez abrirá por primera vez desde el inicio de la guerra, una petición recurrente de las agencias humanitarias y la comunidad internacional porque permite la entrada de alimentos y ayuda directamente al norte del enclave, donde la situación es más grave.

La Casa Blanca anunció que, tras la llamada del presidente de Estados Unidos con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, recibían “con satisfacción” la decisión del gobierno israelí de abrir varias vías para que llegue a Gaza ayuda humanitaria desde Israel.

“Como dijo el presidente Biden en la llamada con Netanyahu, la política de EEUU con respecto a Gaza será determinada por nuestro análisis de las acciones inmediatas de Israel en este y otros pasos, incluida la protección de civiles inocentes y la seguridad los trabajadores humanitarios”, indicó la portavoz Adrienne Watson a través de un comunicado.

Horas antes del anuncio del gabinete de seguridad israelí, Biden había advertido a Netanyahu, que el apoyo de Estados Unidos a la guerra en la Franja de Gaza podría cambiar si no tomaba acciones “concretas” para minimizar el daño a civiles y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios.