Con información de EFE 

La candidata demócrata a las elecciones de noviembre, Kamala Harris, y el presidente estadounidense, Joe Biden, participaron el lunes en Pittsburgh (Pensilvania) en su primer acto de campaña juntos desde que la actual vicepresidenta aceptara la nominación de su partido para la carrera a la Casa Blanca.

En el evento, ambos subrayaron su apoyo a los trabajadores del acero de la corporación U.S. Steel para que esta siga siendo de propiedad nacional y oponiéndose a su venta a la compañía japonesa Nippon Steel.

“Los estadounidenses son los mejores trabajadores del acero del mundo (…) Esta icónica empresa estadounidense durante más de un siglo va a permanecer siendo estadounidense”, reivindicó Biden, que tomó la palabra primero, ante representantes del sindicato del acero en Pensilvania y un público conformado principalmente por trabajadores de este sector.

Durante su discurso, el mandatario sacó pecho de su gestión en esta legislatura, repitiendo el dato de “16 millones de nuevos puestos de trabajo creados y 800.000 solo en empleos en fábricas”, argumentando que Donald Trump “prometió inversiones, pero no hizo nada” cuando fue presidente.

Pensilvania es uno de los conocidos como “estados bisagra” en los que no hay una inclinación marcada por el Partido Demócrata o por el Partido Republicano y donde las elecciones de noviembre se pueden decidir por unos pocos votos.