Abundantes y bellas, las playas le han dado fama a Florida en todo el mundo, pero el estado del sol se está quedando atrás a la hora de impedir que el humo y los filtros de cigarrillos empañen su atractivo, según coinciden activistas anti-tabaco y especialistas en marketing turístico.

En estados como Hawai y California, famosos también por sus playas, hace tiempo que no se puede fumar en esos espacios naturales, pero en Florida un tímido intento por legislar en ese sentido quedó bloqueado el año pasado y se teme que pase lo mismo con un proyecto de ley presentado ahora en el Congreso estatal.

Los que defienden la conveniencia del proyecto alegan razones sanitarias -el humo del tabaco es perjudicial para la salud-, ecológicas -los filtros y colillas son un desecho tóxico y contaminante- y turísticas -la limpieza de la arena es uno de los mayores atractivos de una playa- para reclamar su aprobación.

Sin embargo, el ingeniero civil John Michael Pierobon, un activista de la organización Tobacco Free Partnership en el sur de Florida que ha hecho campaña en favor del proyecto de ley HB-105, no cree que el próximo verano habrá un cartel de “No fumar” en las playas, según dice en una entrevista con EFE.

Cuando se le pregunta por qué piensa así, menciona el poder que la industria del tabaco tiene en la política, no solo en Florida.

Stephen Leatherman, conocido como “Dr. Beach” por elaborar una lista anual de las mejores playas de Estados Unidos, no ha perdido del todo la esperanza, aunque apunta que Florida es un estado grande y es siempre difícil poner de acuerdo a sus diferentes zonas.

“Aunque amo la libertad más que ninguna otra cosa, no veo razón alguna para seguir permitiendo fumar en una playa”.  “Dr. Beach”, vinculado a la Florida International University (FIU), no cree que colocar ceniceros u obligar a que quien fuma se lleve los restos de sus cigarrillos cuando abandone la playa sean soluciones efectivas.