Treinta y tres países estaban convocados para participar el martes en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), en un encuentro organizado en Buenos Aires que se vio ensombrecido por la decisión del gobernante venezolano Nicolás Maduro de no asistir, reseña El Nuevo Herald. 

La decisión de no acudir al encuentro se conoció en horas de la tarde del lunes, en medio de protestas realizadas en Argentina por la visita de Maduro además de solicitudes realizadas por manifestantes de que fuese arrestado tan pronto aterrizara en Buenos Aires.

“En las últimas horas hemos sido informados de manera irrebatible de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación encabezada por el presidente”, señaló en un comunicado el Ejecutivo venezolano.

Es así como envió al canciller, Yván Gil, como “jefe de delegación con las instrucciones de llevar la voz del pueblo de Venezuela” al foro.