Venezuela está gobernada por una dictadura, pero además por delincuentes quienes en diferentes oportunidades han dejado claro que son ellos los que mandan en algunas zonas específicas de la nación tricolor.

En medio de esta cruda realidad que parece mentira, el martes 8 de febrero el panorama cambió cuando fuerzas de seguridad abatieron a Carlos Luis Revette, conocido por como «El Koki» y considerado uno de los principales responsables de los tiroteos desatados en julio que paralizaron la vida en el occidente de Caracas durante casi 72 horas, así lo informó el ministro del Interior, Remigio Ceballos.

«Se mantiene activa la Operación Indio Guaicaipuro II 2022, en (el céntrico) estado Aragua, con nuevas detenciones y tras enfrentamiento armado contra las fuerzas policiales, resultó abatido alias ‘el Koki’, Carlos Luis Revette», escribió Ceballos en su cuenta de Twitter.

Tras los tiroteos en Caracas, en los que murieron al menos cuatro efectivos policiales, las autoridades desplegaron un operativo para capturar a «Koki», que había construido un bastión en el sector popular conocido como la Cota 905 de la capital y por el que ofrecían una recompensa de 500.000 dólares.

La operación, de la que se desconoce el número de agentes que participaron o los cuerpos a los que están adscritos, comenzó el fin de semana en una zona rural de Aragua, un estado próximo a Caracas, capital de Venezuela.

«Hubo enfrentamientos y algunas personas resultados heridas y otros que se enfrentaron a la justicia, por hacer armas contra la fuerza policial, fueron neutralizados», destacó Ceballos sin detallar el número de detenidos o muertos.

En ese momento, aseguró que estaban «tras la búsqueda de otras personas cómplices». EFE pudo constatar que en los últimos tres días se ha desplegado un fuerte contingente policial en varias zonas populares de Caracas en las que desde hace años tienen gran presencia bandas delictivas.