Los latinos además de ser solidarios tienen talentos de otro nivel, es así como se conoce que artistas latinoamericanos tienen a todos impresionados en Alemania a través de los colores, las pinturas y, por, sobre todo, las grandes dimensiones.

Eligen expresarse a gran escala, y lo hacen en la vía pública, para todo aquel que pase por allí: son talentosas mujeres muralistas, y las calles de Alemania festejan su obra.

«Llegué a Berlín con dos maletas. Una llena de sueños y la otra llena de ropa. En el aeropuerto se perdió la maleta llena de ropa, y la otra la tengo todavía intacta, y cada vez con más sueños por cumplir», relata poéticamente la artista colombiana Carolina Amaya a DW sobre su llegada al país en el año 2016.

De acuerdo a lo que reseña DW, hoy sus murales pueden verse en varios puntos de la capital alemana, en Hamburgo, y en el sur del país, en Baviera. Se ha convertido en una artista solicitada y en continuo crecimiento, pero que no deja de honrar sus orígenes.

“Me siento muy orgullosa de ser colombiana, y siempre dedico mis logros a mi patria”, dice a DW. “Los colores que uso vienen de los primarios de mi bandera, que llevo en el corazón”, cuenta.

Por su parte, la argentina Caro Pepe comenzó a pintar «casi por casualidad” en su primera visita a Berlín, en el año 2012. «En ese viaje conocí a un grupo de artistas increíbles, que me invitaron a pintar con ellos, una y otra vez”, recuerda en entrevista con DW.

Pau Quintanajornet llegó a Alemania desde Chile siendo apenas una niña, junto a sus padres exiliados políticos del régimen de Pinochet. Se crió en la antigua Alemania del este y hoy vive en Baviera, en la localidad de Veitshöchheim, a orillas del río Meno.

Detalla que «desde muy chiquita me fascinaba la magia que surgía creando mundos encantados con lápices y otros materiales», además, «pintar a gran escala, como murales, es revivir esa magia que sentí en mi infancia y es una forma de comunicarme con el mundo”.