El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este jueves que el líder del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, murió en una explosión que él mismo causó, durante una operación estadounidense en el norte de Siria.

De acuerdo a información de AP, fue la segunda vez en menos de tres años que Estados Unidos eliminó a un líder del grupo que en el apogeo de su poder controlaba más de 40,000 millas cuadradas que se extendían desde Siria hasta Irak y gobernaba a más de 8 millones de personas.

Funcionarios estadounidenses calificaron la operación como un «golpe significativo» para la organización, que ha estado tratando de resurgir con ataques en la región, incluido un asalto a fines del mes pasado para apoderarse de una prisión en el noreste de Siria que albergaba al menos a 3.000 detenidos del Estado Islámico.

La redada tuvo como objetivo a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, quien asumió como jefe del grupo militante el 31 de octubre de 2019, pocos días después de que el líder Abu Bakr al-Baghdadi muriera durante una redada estadounidense. Al-Qurayshi, a diferencia de su predecesor, estaba lejos de ser un nombre familiar, un hombre reservado que presidía una versión muy reducida del grupo y no aparecía en público.

Biden dijo que al-Qurayshi murió como lo hizo al-Baghdadi, al explotar una bomba que lo mató a él y a miembros de su familia, incluidas mujeres y niños, cuando las fuerzas estadounidenses se acercaban.

“Gracias a la valentía de nuestras tropas, este horrible líder terrorista ya no existe”, manifestó el mandatario demócrata.