Con información de DW

Un nuevo incendio forestal se desató al norte de Los Ángeles obligando a las autoridades a emitir miles de órdenes de evacuación en la costa oeste de Estados Unidos, acechada durante dos semanas por voraces llamaradas.

Las llamas avanzan descontroladas en las colinas próximas al lago Castaic, propagándose rápidamente por más de 3.200 hectáreas en poco más de seis horas.

El fuego es avivado por los fuertes y secos vientos de Santa Ana, que soplan en California en esta época del año, y que recobraron intensidad esta semana en la región, esparciendo las columnas de humo y las brasas.

Cientos de bomberos del condado de Los Ángeles y del departamento forestal combaten las llamas por tierra, mientras que otros equipos atacan por aire, con helicópteros y otras aeronaves lanzando de forma incesante agua y retardante.

De la misma manera, las autoridades emitieron órdenes de evacuación que impactan a unas 31.000 personas en la región, que está a casi 60 kilómetros al norte de Los Ángeles.

«Estamos listos para irnos», dijo un residente que se identificó como Fred en entrevista con la televisora KTLA mientras rociaba su casa con una manguera.

Los portavoces de los departamentos a cargo del combate sostienen que las condiciones meteorológicas están jugando un rol crucial en la explosión de las llamas, cuya causa inicial está bajo investigación.