La Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente el jueves para condenar el embargo económico estadounidense a Cuba por trigésimo año, y la administración Biden continúa con la oposición del expresidente Donald Trump y se niega a regresar a la abstención de la administración Obama en 2016.

La votación en la Asamblea General de 193 miembros fue de 185 países que apoyaron la condena, Estados Unidos e Israel se opusieron y Brasil y Ucrania se abstuvieron.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo antes de la votación que desde 2019, el gobierno de Estados Unidos “ha escalado el cerco a nuestro país, llevándolo a una dimensión aún más cruel y humana, con el propósito de infligir deliberadamente el mayor daño posible a las familias cubanas”.

Durante los primeros 14 meses de la administración Biden, el daño a la economía cubana se estimó en $6,350 millones, equivalente a más de $15 millones diarios, dijo Rodríguez de acuerdo a nota de AP. 

Después de conocerse la decisión, el Gobierno cubano celebró como una “victoria” la aprobación de esta nueva resolución para exigir el fin del embargo estadounidense contra la isla.

Por su parte, el consejero político estadounidense John Kelley dijo a la asamblea después de la votación que Estados Unidos sigue comprometido con la búsqueda de la libertad y la dignidad del pueblo cubano, se concentra en su bienestar político y económico y centra sus esfuerzos “en la democracia y los derechos humanos y los derechos fundamentales”.