Gerard Piqué, uno de los mejores centrales de la historia, se despidió del Camp Nou con un sensible homenaje pero además con triunfo ya que, el Barcelona líder provisional de LaLiga Santander se impuso  2-0 al Almería.

Gerard Piqué mantuvo la compostura hasta que comenzó a decirle a los 92.000 espectadores cuánto amaba el club de su niñez. Luego, de acuerdo a lo que reseña AP,  las lágrimas fluyeron incontrolablemente para el defensor del Barcelona de 35 años y ganador de múltiples trofeos cuando se dio cuenta de que nunca volvería a jugar para sus fanáticos locales.

Piqué jugó su último partido en el Camp Nou el sábado, haciendo su aparición número 616 con el Barcelona en una despedida que se endulzó con una contundente victoria por 2-0 sobre el Almería que elevó a los anfitriones a la cima de la liga española.

Fue aplaudido tras los primeros toques que hizo y cuando fue sustituido en los últimos minutos. Abrazó a cada uno de sus compañeros y saludó a la multitud, que le dio una ovación de pie.

Tras dar una vuelta de honor en el estadio de fútbol más grande de Europa, Piqué tomó un micrófono para decir que piensa volver al club en el futuro, pero no como jugador. En el pasado, ha dicho que algún día podría considerar postularse para presidente del club.