La Policía del Capitolio de Estados Unidos anunció un aumento de la seguridad para los parlamentarios alegando la tensión política en el país que habría intensificado el peligro para los congresistas y senadores, reseña Europa Press. 

La decisión tiene lugar días después de que Paul Pelosi, el esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fuera atacado en su vivienda en San Francisco. “Creemos que el clima político actual exige más recursos para proporcionar capas adicionales de seguridad física para los miembros del Congreso”, ha aseverado el jefe de Policía del Capitolio, Tom Manger, en un comunicado.

Después de revisar el incidente del pasado viernes, la USCP ha mostrado su disposición a mejorar su servicio de seguridad, puesto que Estados Unidos “no puede permitirse facilitar las cosas a los posibles malos actores”.

“La asistencia que recibimos de nuestras agencias asociadas es crucial para garantizar la seguridad de los miembros del Congreso mientras están fuera del Capitolio. El Departamento continuará coordinándose con las agencias policiales estatales y locales sobre la seguridad de los miembros”, ha detallado la Policía del Capitolio.