El príncipe Carlos, heredero al trono británico, aceptó en 2013 un donativo de un millón de libras que se traducen en aproximadamente 1,2 millones de euros para sus organizaciones benéficas de la familia del terrorista saudí Osama bin Laden. De acuerdo con el periódico The Sunday Times, el futuro rey recibió el dinero de Bakr bin Laden, el patriarca actual de la rica familia saudita, y su hermano Shafiq, ambos hermanastros por parte de padre de Osama.

El diario precisa que no hay indicios de que los hermanastros estuvieran vinculados con las actividades del dirigente islamista, cuyo padre, el millonario de origen yemení Mohammed bin Awad bin Laden, murió en un accidente de avión en 1967. Detallan que, Carlos, de 73 años, se reunió con Bakr, de 76, en su palacio de Clarence House, en Londres, el 30 de octubre de 2013, dos años después de la muerte de Osama bin Laden.

El heredero aceptó el donativo pese al consejo de varios asesores, que le advirtieron de que “no sería bueno para nadie” y podría dañar su reputación. De acuerdo con el diario, el príncipe pensó que rechazarlo sería embarazoso de cara al empresario saudí. El dinero se depositó, a través del banco de la monarquía Coutts, en la cuenta del Fondo Benéfico del Príncipe de Gales (que distribuye subvenciones a organizaciones británicas sin fines de lucro, reseña El Carabobeño.