El difícil proceso legal que enfrentan los nuevos inmigrantes en Estados Unidos y las restricciones que han encontrado en los albergues de Nueva York, donde hay parejas que han sido separadas por no estar casadas o no poderlo demostrar, ha generado una ola de matrimonios que algunos no contemplaban.
Sacerdotes luteranos y episcopales, conocidos por su activismo desde iglesias que son parte del Nuevo Movimiento Santuario brindan este apoyo con miras a poner fin a esa separación y facilitar el trámite migratorio.
“Lo que más me preocupa y hay que proteger es la familia”, así lo aseguró a EFE el padre Fabián Arias, de la iglesia luterana San Pedro en Midtown, Manhattan, que en las últimas horas ofició la boda de Nathalie Quintana y Yonaiker Brujo, que habían convivido siete años en su natal Venezuela, país del que procede la mayoría de los que han llegado a Nueva York en autobuses enviados por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
La iglesia de San Pedro y la del Buen Pastor en Brooklyn figuran entre un centenar de templos, que incluye mezquitas y sinagogas, que trabajan hace mucho tiempo ayudando a inmigrantes.
La labor que hacen ahora con los recién llegados, a los que además de comida y ropa han dado albergue, es una continuación de ese activismo que fue crucial durante la pandemia según indica el activista y sacerdote luterano Juan Carlos Ruiz, de la iglesia Buen Pastor en Brooklyn, que ha casado unas 20 parejas, entre ellas la de colombianos Lucía y Ricardo.
