Miles de personas marcharon el sábado por las calles de ciudades colombianas como Bogotá y Medellín para mostrar su desacuerdo con el Gobierno de Gustavo Petro y sus medidas, como la reforma tributaria que quiere impulsar en el Congreso.

Aproximadamente 8 mil ciudadanos salieron de diversos puntos de Bogotá hacia la céntrica Plaza Bolívar, que acoge el Congreso, donde, con banderas de Colombia y pancartas entonaron el himno de Colombia y gritaron: «Petro, bandido, el pueblo está ofendido».

«Este es un Gobierno que quiere destruir las cosas que tenemos», explicó a EFE Paloma Valencia, senadora del uribista Centro Democrático, uno de los partidos que impulsó las protestas.

Según Valencia, el Gobierno «está poniendo unos impuestos exagerados y prohibiendo la exploración de petróleo y gas que está llevando el sector de hidrocarburos, que es la base de la macroeconomía de este país, al colapso», haciendo referencia a los anuncios -algo contradictorios- de paralizar nuevas exploraciones de hidrocarburos como un gesto hacia el medioambiente.

El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Enérgica de Colombia, Alejandro Ospina, dijo que es falso que haya que acabar con esta industria para «mitigar la crisis climática» y que eso solo traerá «mayor pobreza y mayor impacto ambiental».