El caos reinaba en la casa donde creció Nikolas Cruz, autor del tiroteo masivo en una escuela de Florida en febrero de 2018, de acuerdo con los testimonios que se han escuchado durante su juicio, indica AP.
Él y su medio hermano Zachary atormentaban a su madre adoptiva Lynda, quien además era viuda. Cuando Cruz ingresó a secundaria al iniciar la década de 2010, los medios hermanos golpearon las paredes con los puños y bates de béisbol, dejando agujeros. Destruyeron televisores y rayaron muebles, todo esto según declaraciones de testigos.
Zachary era unos dos años más joven, pero era más alto y más fuerte y molestaba sin cesar a su hermano. Un trabajador social grabó cuando Zachary se subió a una repisa y pisó el cereal que Nikolas comía.
Lynda Cruz tuvo que pedir a la policía que acudiera a su casa al menos una veintena de veces entre 2012 y 2016 para lidiar con un hijo, el otro o ambos. La mayoría de las llamadas fueron por pelear, destruir su propiedad, faltarle el respeto o huir. En un intento por contrarrestar eso, la defensa hará de la historia de Cruz la pieza central de su caso, con la esperanza de que al menos un miembro del jurado vote contra la pena de muerte, ya que este veredicto debe ser unánime.
La defensa quiere demostrar que Cruz nunca recibió la ayuda que necesitó, ni siquiera cuando estaba cada vez más fuera de control, cayendo en la prostitución, el alcoholismo y el consumo de crack.

