Rusia defendió el sábado ante el mundo su guerra en Ucrania, repitiendo una serie de quejas sobre su vecino y Occidente para decirle a la reunión de líderes de la Asamblea General de la ONU que Moscú “no tenía otra opción” que tomar acción militar.

Después de días de denuncias de Rusia en la destacada reunión diplomática, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, buscó cambiar el enfoque a Washington. Su discurso se centró en la afirmación de que Estados Unidos y sus aliados, no Rusia, como sostiene Occidente, están socavando agresivamente el sistema internacional que representa la ONU.

Invocando la historia que va desde la guerra de EEUU en Irak a principios de la década de 2000 hasta la Guerra Fría del siglo XX y una política de EEUU del siglo XIX que esencialmente proclamó la influencia estadounidense en el hemisferio occidental, Lavrov describió a EEUU como un matón que intenta permitirse el lujo de “el sagrado derecho de actuar con impunidad donde y donde quieran” y no pueden aceptar un mundo donde los demás también promuevan sus intereses nacionales.

“Estados Unidos y sus aliados quieren detener la marcha de la historia”, sostuvo.

Estados Unidos y Ucrania no respondieron en la asamblea del sábado, pero aún pueden ofrecer respuestas formales más adelante en la reunión. Los presidentes de ambos países ya han dado sus propios discursos describiendo a Rusia como un peligroso agresor que debe ser detenido, indica AP.