Serena Williams definitivamente aún no está lista para decir adiós y así lo consideran sus fans quienes desde todas partes se movilizan para verla en la cancha.
Durante su primer partido en lo que se espera que sea el último US Open, y el último torneo, de su notable carrera como jugadora, incluso si insiste en que no lo dirá del todo, Williams superó un comienzo inestable para vencer a Danka Kovinic de 27 años clasificada en el puesto 80 en medio de un ambiente más de fiesta que de despedida.
“Cuando salí, la recepción fue realmente abrumadora. Era fuerte y podía sentirlo en mi pecho. Fue una sensación muy buena”, dijo la dueña de seis campeonatos del US Open y 23 títulos de Grand Slam en general, números insuperables por cualquier otro jugador en la era profesional del deporte.
Incluso, el ex presidente Bill Clinton estaba en las gradas. También lo estaban Mike Tyson y Martina Navratilova, sentados uno al lado del otro. Además, sentada con el papá y la abuela estaba la hija de Williams, Olympia, quien cumple 5 años el jueves, luciendo perlas blancas en el cabello al igual que cuando su mamá ganó el US Open por primera vez a los 17 años en 1999, indica EFE.

