El Servicio Secreto de Estados Unidos ocultó esta semana un accidente de tráfico leve en el que se vio envuelta la vicepresidenta, Kamala Harris. El auto en el que viajaba el pasado lunes golpeó la acera de un túnel en el centro de Washington con la fuerza suficiente como para que fuera necesario cambiar el neumático, haciendo que todo el convoy se detuviera y bloqueara el tráfico.

Harris fue transferida a otro vehículo para que pudiera seguir su camino hacia la Casa Blanca.

The Washington Post apuntó que el Servicio Secreto no solo no transmitió los detalles clave de lo sucedido en la alerta que debió enviar para justificar el retraso a sus superiores, sino que mencionó que “un fallo mecánico” había obligado a los agentes a hacer que la vicepresidenta cambiara de automóvil.

El Carabobeño indica que, el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, precisó a The Washington Post que, aunque los agentes no facilitaron toda la información en un primer momento, se ofrecieron después en persona todos los datos “pertinentes”.

El periódico recordó que no es la primera vez que esa agencia cubre sus propios errores o los minimiza. En 2014, por ejemplo, un agente indicó que un militar veterano con problemas mentales que había saltado la verja de la Casa Blanca no iba armado y fue parado al momento, cuando sí llevaba un arma y consiguió entrar en la mansión presidencial.