Con información de CNN 

La tasa de mortalidad para menores y adolescentes en Estados Unidos se disparó en 2020 y 2021, un impulso no propiciado por las muertes a causa del covid-19, sino por lesiones fatales producidas por armas de fuego, drogas y accidentes automovilísticos, según un estudio publicado el lunes en la revista académica JAMA.

Los años de la pandemia produjeron un cambio notable en las tendencias de mortalidad infantil, que previamente habían registrado un “período de gran progreso”, según los autores del estudio.

Las muertes pediátricas habían estado en aumento, pero los incrementos anuales más recientes, de casi 11% en 2020 y más de 8% en 2021, han sido los de mayor magnitud en décadas. Si se excluyen las muertes por covid-19 y lesiones, la mortalidad infantil de hecho disminuyó.

Las tasas de mortalidad del covid-19 se duplicaron en los menores entre 2020 y 2021, pero esto solo explica cerca de una quinta parte del incremento en la tasa de mortalidad en 2021, según el estudio. En cambio, las armas de fuego “juegan un papel central”, según los autores, al representar casi la mitad del aumento de la mortalidad en 2020. Los infantes son el único grupo etario que no presentó un aumento significativo en la mortalidad, pues la mayor parte del aumento se dio a causa de las muertes entre niños mayores.

Para los menores de 10 a 19 años, la tasa de mortalidad tuvo un incremento de 23% entre 2019 y 2021, incluyendo los homicidios que se dispararon un 39% y las sobredosis que aumentaron más del doble.

Pero incluso entre los niños más pequeños, entre 1 y 9, las lesiones representaron casi dos tercios del incremento en la tasa de mortalidad entre 202 y 2021, según el estudio.