Música de los Bee Gees y de los Cazafantasmas, chicles bazooka, caseteras, máquinas de marcianitos y cámaras de fotos de carrete forman parte de la escenografía retro de la Stranger Things Store, la tienda dedicada a la popular serie de Netflix que abrió sus puertas esta semana en Aventura, a unos 30 kilómetros de Miami.

Desde una hora antes de la apertura se formó la fila y Allison, una joven de 27 años empleada en el mismo centro comercial en donde está la tienda, el Aventura Mall, fue la primera en llegar y entrar en medio de campanazos y alaridos de los dependientes y curiosos.

En segundo lugar estaba Lyn, que tiene 70 años y es fanática de «Stranger Things», al igual que sus nietos, según dice a EFE. 

Entrar en la tienda es para los jóvenes como estar en Hawkings, el pueblo ficticio de Indiana donde sucede la acción de esta serie que tiene como protagonistas a un grupo de amigos de un pueblo del Medio Este de EEUU, con guiños a las películas de fenómenos paranormales y de científicos locos capaces de destruir todo.

Para los que ya han pasado de los 50 o 60 años de edad es un viaje a los años 80 y a recordar cosas olvidadas como los ceniceros rebosantes de colillas de cigarrillos que había en todas partes y hoy son impensables.

El Día de Stranger Things (6 de noviembre) se brindará a los fanáticos una oportunidad única de comprar productos de edición limitada, incluidos disfraces con el tema de Stranger Things.

Los visitantes pueden encontrar piezas únicas y personalizadas, como cereales exclusivos con el tema de Stranger Things de General Mills empaquetados en réplicas de cajas de los años 80, pero ambientadas en el mundo de Stranger Things: la parte posterior de cada caja tendrá un panel extraíble con elementos interactivos.