Debido a la tormenta de nieve que se registra en diferentes zonas de Estados Unidos, miles de personas han quedado sin electricidad y numerosos vuelos han sido cancelados. Los gobernadores de Georgia y Carolina del Norte decretaron el estado de emergencia.
Más de 80 millones de personas están bajo alerta climática en Estados Unidos por la tormenta que combina fuertes nevadas, vientos y lluvia helada en el este del país.
El sitio web PowerOutage.US reveló que a mediados del domingo, unas 235.000 personas se habían quedado sin electricidad. Sin embargo, la cifra se redujo a 190.000 este lunes 17 de enero. La misma página sustentó que los estados más afectados son Carolina del Norte, con 31.362 usuarios sin luz; Carolina del Sur, con 30.171; Georgia con 24.146; Virginia Occidental, con 24.089; y Pensilvania, con 20.132.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) ha pronosticado que la tormenta continuará su avance hacia el norte, dejando fuertes precipitaciones de nieve en los Apalaches Centrales hasta llegar al sureste de Canadá este martes.
France24 detalla que el transporte también se ve perjudicado. El sitio web FlightAware reveló que más de 3.000 vuelos fueron cancelados el domingo, mientras que 4.200 sufrieron retrasos. FlightAware asegura que el aeropuerto más afectado hasta el momento es el de Charlotte Douglas, en Carolina del Norte, con 1.200 vuelos cancelados.
Finalmente, la compañía ferroviaria Amtrak canceló varios trenes este lunes en el noreste de Estados Unidos.
La policía de Virginia señaló en Twitter que tuvo que responder a cerca de 1.000 incidentes el domingo, «la mayoría, autos dañados”, aunque de momento no hay víctimas mortales. Por su parte, Roy Cooper, el gobernador de Carolina del Norte, escribió en sus redes sociales que «una formación de hielo significativa está causando problemas en la parte central del estado», como accidentes automovilísticos, que ya dejaron más de dos muertos. En efecto sugirió a los ciudadanos evitar los desplazamientos.
Mientras tanto, en la costa de Salisbury, Massachusetts, los vientos propagaron un incendio que terminó destruyendo un motel y otras dos estructuras. En Florida, las tormentas provocaron un tornado con vientos de 190 kph que destruyeron 30 casas móviles, dañaron gravemente 51 y tres menores resultaron heridos.
Finalmente, el NWS ha advertido que se esperan algunas inundaciones costeras y vientos que podrían acercarse a la fuerza de un huracán. En efecto, Brian Kemp, el gobernador del vecino estado de Georgia, procedió a declarar el estado de emergencia el pasado viernes. Virginia y Carolina del Norte adoptaron la misma medida, mientras que las máquinas quitanieves trabajan para despejar las carreteras.
A principios de año, una tormenta de nieve dejó varados a cientos de automovilistas durante más de 24 horas en la I-95, la autopista interestatal que conecta a toda la costa de Estados Unidos.