Se cumple un mes del inicio de la invasión rusa en Ucrania, fue aquella madrugada del 24 de febrero, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, comunicaba el inicio de la ofensiva. Los bombardeos comenzaron sobre ciudades como Mariúpol, Járkov, Chugev o Kramatorsk. Las tropas comenzaron su avance hacia la capital, Kiev, donde las sirenas antiaéreas suenan cada noche.

Refugios improvisados y huidas caóticas, grandes destrozos en objetivos militares y civiles, tímidas negociaciones y respuestas de Occidente ante Putin. 

 La Alianza Atlántica estimó el miércoles, 23 de marzo, que el número de soldados rusos que habrían muerto durante el primer mes de guerra en Ucrania sería mucho más elevado que los datos reportados por el Kremlin. La resistencia ucraniana ralentizó los planes de una invasión rápida y efectiva en el país vecino, cuyo costo también tiene consecuencias en el terreno.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) calcula que las bajas rusas durante el primer de ofensiva se situarían entre 7.000 y 15.000. France24 destaca que un alto cargo militar de la Alianza Atlántica destacó que la estimación se fundamentó en tres fuentes: la información de las autoridades ucranianas, los datos emitidos por un periódico afín al Kremlin, y la inteligencia de fuentes abiertas.