Aunque lució más delgada y con un poco de inestabilidad al caminar, Lisa Marie Presley sacó fuerzas y acudió a la gala de los Globos de Oro mostrando todo su apoyo a Austin Butler, quien acabó llevándose el premio de Mejor actor por, según palabras de la propia Marie, su «acertada» y «auténtica» interpretación, de su padre Elvis Presley en el último biopic sobre el Rey del Rock.

Lisa Marie, de 54 años, acudió a la ceremonia acompañada por su madre, Priscilla Presley, sin embargo, hizo su paseo por la alfombra roja junto a Jerry Schilling, un viejo amigo de su difunto padre. “Voy a agarrar tu brazo”, le dijo Lisa a Schilling mientras envolvía su brazo derecho alrededor del de él e intentaba contestar las preguntas que le hacían a su llegada.

Sin embargo y tras vivir una noche mágica en donde admitió haberse quedado «alucinada» después de ver la actuación de Austin en la piel de su padre, Lisa comenzó a sentirse mal y 48 horas después de esta aparición tuvo que ser trasladada al Hospital West Hills de Los Ángeles tras sufrir un paro cardiaco.

Allí los médicos le realizaran el RCP y le administraron epinefrina, incluso se ha dicho que, le colocaron un marcapasos temporal mientras estaba en coma inducido, pero la trágica muerte fue inevitable, algo curioso es que murió poquitos días después de que su padre cumpliría año ya que Elvis Presley nació un 8 de enero y su hija se fue a reencontrarse con él en el cielo el 12 de enero.