El sistema educativo venezolano atraviesa uno de los peores momentos de su historia. afectado por la crisis económica, la migración masiva, la precariedad de los salarios docentes y la falta de infraestructura, millones de niños enfrentan serias dificultades para acceder a una educación de calidad.
En ciudades como Maracaibo, clases al aire libre bajo árboles o en espacios improvisados se han vuelto habituales. con aulas en ruinas y sin recursos, muchos maestros se ven obligados a enseñar en condiciones indignas. a pesar de su vocación, muchos docentes no pueden siquiera costear el transporte para llegar a las escuelas.
La situación se agravó con la pandemia de covid-19, que interrumpió la enseñanza por meses y profundizó la deserción escolar. aunque el gobierno reanudó las clases presenciales en 2022 y promueve la idea de que «venezuela se arregló», la realidad para los más pobres sigue siendo crítica. la salida continua de profesionales del país ha dejado al sistema sin suficientes docentes, y el absentismo se mantiene en niveles históricos.
Actualmente, el salario promedio de un maestro ronda los $14,50 mensuales, muy por debajo del costo de la canasta básica, estimado en casi $500 al mes. incluso con bonos estatales, los ingresos no alcanzan para cubrir necesidades mínimas.
“El colapso educativo compromete el futuro de las nuevas generaciones y del país”, advierte Fernando Pereira, de la ONG CECODAP.