Con información de EFE.
La plaza “Black Lives Matter” de Washington tiene los días contados, ya que autoridades dieron la orden para de eliminar el mural que identificaba a ese movimiento por la presión de los republicanos en el Congreso.
A escasos metros de la Casa Blanca, unas grandes letras amarillas pintadas en el suelo con el nombre de ese movimiento conmemoraban el asesinato en 2020 del afroamericano George Floyd por parte de policías blancos en Mineápolis, lo que desencadenó los mayores disturbios raciales en décadas.
La decisión de acabar con este mural llega después de que los legisladores republicanos presentaran una ley contra este recordatorio en la que amenazaban a la alcaldesa de la capital, la demócrata Muriel Bowser, con retirar los fondos federales para el Distrito de Columbia, que incluye a la capital, si no se procedía con el cambio de nombre de la plaza.
El congresista del estado de Georgia Andrew Clyde propuso esta iniciativa en la Cámara de Representantes, donde el partido del presidente Donald Trump tiene la mayoría.
Por su parte, la alcaldesa anunció la devolución de esta plaza y su transformación para conmemorar los 250 años de la ciudad, que se cumplen el próximo año.
«Este mural inspiró a millones de personas y ayudó a nuestra ciudad a atravesar un periodo muy doloroso, pero ahora no podemos distraernos con injerencias sin sentido por parte del Congreso», dijo Bowser. «El impacto devastador de los recortes en los empleos federales debe de ser nuestra primera preocupación».
Sin embargo, miembros del movimiento la acusaron de no haber hecho nada por las personas negras.