Por Víctor Mendoza
La Navidad es un momento especial para celebrar alrededor de la mesa. Aunque muchas familias tienen sus propias recetas tradicionales que se pasan de generación en generación, eso no significa que no puedas probar algo nuevo.
Estas fiestas son una buena oportunidad para salir de lo habitual y probar sabores diferentes. De ahí, es una ocasión en las que nos proponemos pasar momentos diferentes, divertido, familiar, pues es uno de los eventos más importantes y esperados del año, por lo que requiere especial organización y planificación dentro de unas de las tipologías del Protocolo como es el Protocolo Social y Etiqueta.
Vale señalar que uno de los puntos es fijar el número de invitados, que no es lo mismo sentar a 8 comensales que a 16. Evaluar el espacio donde se piensa cenar y el famoso presupuesto. Por su parte, aquí priva las invitaciones, que siempre se sugiere hacerlas con quince días de anticipación, indicando la indumentaria y la confirmación.
Desde luego, esto da tiempo para realizar las compras necesarias. De acuerdo a la región, se recomienda por platos tradicionales, sin olvidar los platos fríos y livianos, en la que no pueden faltar alimentos como el pollo, el pavo, la carne de cerdo sin las infaltables ensaladas que resultan siempre atractivas y refrescantes y además apetitosas. Entre tanto las bebidas en función del menú.
Importante, incluir bebidas sin alcohol, la presencia de jugos de frutas naturales y los famosos cócteles de jugos, aperitivos como el champagne, el vino y la sidra entre otros.
La decoración de la mesa suele llamar la atención de los comensales. Incorporación de velas, las servilletas de papel de navidad, un bonito centro de mesa alusivo a la navidad, el mantel infaltable, el rojo con apliques de color verde para dar el toque perfeto.
En fin, se hace presente el intercambio de regalos, momentos esperados y de sorpresa y demostrar un sentimiento de buen deseo para cada uno de la familia.
¡La familia es la que nos hace fuertes! Es lo único que uno tiene en la vida: La Familia. Hay que recordar que este camino de estas fiestas navideñas, es vivir buenos momentos de gratitud; para los malos, mucha esperanza para cada día, y una esperada quimera.
Justo y necesario.