Con información de DW.
El ejército israelí ha comenzado a marcar físicamente la llamada «línea amarilla» en la Franja de Gaza, la línea de separación de seguridad establecida en el acuerdo de alto al fuego con Hamás.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtió que la demarcación busca «advertir a los terroristas de Hamás y a los residentes de Gaza que cualquier violación o intento de cruzar la línea será respondido con fuego».
Este anuncio se produce una semana después del inicio de la tregua, durante la cual más de 20 gazatíes han muerto por disparos israelíes al intentar cruzar esta línea, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza. Las autoridades gazatíes afirman que las víctimas eran civiles desplazados que intentaban regresar a sus hogares.
La situación ha generado una condena internacional. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció los «asesinatos de civiles» por parte de Israel en esta zona y recordó que «atacar a civiles que no participan directamente en las hostilidades constituye un crimen de guerra».
Residentes locales han expresado a la agencia EFE su confusión y temor, ya que desconocen la ubicación exacta de esta línea imaginaria, lo que hace que la situación sea extremadamente peligrosa.

