Con información de EFE.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, le reiteró al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca que «Canadá no está a la venta».
En un ambiente distendido, Trump respondió a las palabras de Carney con «nunca digas nunca» y «me encanta Canadá», además de señalar en otro momento que su preferencia sería que Canadá formara parte de Estados Unidos.
El republicano insiste dese hace meses en que Canadá debería integrarse a Estados Unidos como su estado número 51, algo que Carney, ganador de las recientes elecciones canadienses, ha descartado tajantemente.
«impresionantes beneficios» para los canadienses si el país se uniese a EE.UU. como «impuestos más bajos, un ejército gratuito».
«Sería un maravilloso matrimonio porque son dos lugares que se llevan muy bien», insistió Trump a lo que Carney respondió aludiendo al pasado de promotor inmobiliario de Trump.
«Como sabe por el mercado inmobiliario, hay algunos lugares que nunca están a la venta. Estamos sentados en uno de esos en estos momentos. Y el Palacio de Buckingham que usted visitó también», explicó el primer ministro de Canadá.
«Es cierto», respondió Trump.
Por otro lado, Trump valoró positivamente el tratado comercial trilateral con Canadá y México, el T-MEC, dijo que sus socios no lo han respetado y recordó que se «renegociará muy pronto».
«(El T-MEC) ha sido muy efectivo y sigue siendo muy efectivo, pero la gente tiene que respetarlo. Y eso es un problema. La gente no lo ha respetado», explicó Trump en el Despacho Oval junto a Carney.
«Como saben, caduca bastante pronto. Y se renegociará muy pronto», añadió el presidente estadounidense, antes de añadir que el actual tratado comercial, cuya negociación impulsó Trump en su primer mandato (2017-2021), supone una mejora con respecto al anterior acuerdo, el TLCAN, que ha criticado repetidamente.