Una mujer brasileña que dejó a su hija recién nacida en un basurero en Florida se declaró culpable de intento de asesinato y abuso infantil, aceptando una condena de siete años de prisión y la posible deportación.

El caso data de hace tres años, cuando dos trabajadores de mantenimiento en un complejo de apartamentos de Boca Ratón escucharon un llanto leve procedente del contenedor y rescataron a un bebé de unos 3 kilos. El novio de Rafaelle Sousa acudió a recoger a la niña y la nombró Sarah, informó el diario Palm Beach Post.

La abogada de Sousa dice que la mujer de 38 años no sabía que estaba embarazada hasta que entró en trabajo de parto y que estaba en shock cuando nació el bebé. “La gente la mira y piensa que ella es un monstruo”, declaró la abogada J. Samantha Vacciana afuera del tribunal. “Lo que están viendo es a alguien que tuvo una experiencia traumática grave que le resultó una ruptura mental aún más grave”, destaca AP. 

Sousa, que ya estaba cuidando a su hijo de 3 años, había tomado paracetamol y pastillas para adelgazar un mes antes del nacimiento para hacer frente al dolor y al aumento de peso, pero no podía pagar una visita al médico y no sabía que estaba esperando otro hijo.

Cuando la cabeza de la recién nacida golpeó el asiento del inodoro, la niña estaba azul y no respiraba, dijo Vacciana. Sousa pensó que el bebé estaba muerto y que estaba perdiendo sangre rápidamente, por esa razón, la colocó en dos bolsas de basura. La policía encontró servilletas con sangre dentro de las bolsas, junto con recibos que los llevaron a Sousa.