Con información de France24

Cuando reapareció el orgullo de un equipo, el Bayern, que como al Real Madrid jamás se le puede dar por muerto, menos aún en el Allianz, tras voltear en cinco minutos el clásico del fútbol europeo con goles de Sané y Kane de penalti, un doblete de Vinícius apagó el infierno muniqués dejando abierta la semifinal para el Santiago Bernabéu.

En Múnich ha mutado el papel del Real Madrid. De víctima a verdugo. Su cuarta visita consecutiva sin caer, con la humildad en la lucha cuando se apartan los egos y se suman esfuerzos. Tras el Etihad, los de Ancelotti dejaron una nueva muestra de compromiso con dos grandes referentes: Kroos y Vinícius.

Tumbado el vigente campeón. Superado el reto de frenar, como fuera, al poderoso Manchester City, la mala temporada de un Bayern que se juega todo a una carta se asociaba a la capacidad de sufrimiento en Múnich. Un Real Madrid resilente, comprometido en el esfuerzo. Superado en intensidad en un arranque intimidatorio como buen equipo alemán.

Por otra parte, Luka Modric se convirtió en el Allianz Arena, en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich, en el futbolista más veterano que disputa un partido de la Copa de Europa con el Real Madrid, a la edad de 38 años y 234 días, superando el registro de Ferenc Puskás.

El récord de Puskás, 38 años y 229 días, databa del 17 de noviembre de 1965 en un partido de la Copa de Europa del Real Madrid contra el Kilmarnock, según datos de BeSoccer. Modric lo superó en su partido 528 con el conjunto madridista, el 118 en Liga de Campeones.